lunes, 17 de mayo de 2010

Hoy en la mañana, mi mamá me preguntó que a qué hora había llegado anoche, y poniendo en práctica mi valor de la sinceridad, le contesté la verdad.."mamá, llegué a las 2 de la mañana..."

A pesar
de que le dije que llegué a esa hora, no me llamó la atención ni me dijo nada. Yo me sentí bien conmigo misma, porque no la engañé y le dije la verdad. Y pienso que si le hubiera dicho que llegué temprano, no me hubiera sentido bien conmigo después. Luego de eso empecé a ayudarle en la cocina, estábamos como si nada platicando, y así terminó todo.

Pienso que, por mas mal que hayas hecho, siempre tienes que hablar claramente y sin rodeos, y más hacia tus papás.


Es mejor ser sincero desde el principio, a querer encubrir la verdad diciendo mentiras.
Una mentira te lleva a otra, y así se te va llevando hasta caer en una gran mentira, que tarde o temprano terminará por saberse. Asi que, no vale la pena mentir, y menos a tus papás. :)

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